Decían ayer en el diario El País que “el éxito
inesperado” de la candidatura de PODEMOS en las elecciones europeas ha cogido
de sorpresa “a casi todos los actores políticos con el paso cambiado, obligándoles
a improvisar un ‘plan b’ para reincorporarse a la competición con alguna
esperanza de no perder demasiado”.
¿Nadie lo esperaba?...
Nos extraña que ese “éxito”, que para nosotros es una consecuencia lógica del hastío del pueblo hacia sus dirigentes, haya sorprendido a los políticos anticuados (profesionales o amateurs). Curiosamente, a los votantes de PODEMOS lo que les ha sorprendido es que haya tardado tanto en nacer del espíritu del 15M un movimiento como este.
Pero sí, es verdad… la “casta” política, que desde
la transición ha venido disfrutando de unos privilegios vergonzantes a cambio
de ignorar a la sociedad y apartarla cuidadosamente de la vida política, nunca
se había imaginado que algo así ocurriría. Ni siquiera después de 15M. La
“casta”, acostumbrada a mirarse al ombligo y sonreír, ni supo ni quiso valorar
en su verdadera dimensión el significado del 15M.
“¡Radicales antisistema!” gritaban los políticos al
uso mientras sonreían con desprecio y un absurdo complejo superioridad.
Pues mira por dónde, de esas brasas incandescentes
ha surgido un movimiento que se le ha subido a las barbas y ha acongojado a la
práctica totalidad de organizaciones que creían que sus culos estaban bien
asentados entre la “clase política”, entre esa “casta” que vive de espaldas al
pueblo y a sus necesidades.
El PSOE (olvidado ya su pasado revolucionario;
olvidado después su pasado izquierdista, más tarde socialdemócrata y ahora
centrista), se posicionó rápidamente entre la clase poderosa. Al lado de la
OTAN, los mercados financieros, la democracia más pálida y lánguida… y como
dice Felipe González últimamente, a favor de un gran pacto con la derechona del
PP, para salvar el statu quo y sus privilegios de casta dirigente.
Zapatero, “mister pactos”, no dudó en pactar con la
derechona más recalcitrante una reforma de la Constitución para hacer
prevalecer las necesidades de los mercados financieros y el endeudamiento del
Estado por encima de las necesidades de los servicios sociales.
El PSOE no vio venir el 15M ni ha visto venir a
PODEMOS. Ahora, a toda prisa, pasan de insultarnos a imitarnos… para simular
que “algo cambia”, cuando en realidad nada cambia, claro.
Izquierda Unida, nunca ha querido coger el toro por
los cuernos y siempre se ha alineado con el “juego democrático” en el peor
sentido de la palabra. Un diputado de IU se levanta en la tribuna, suelta unas
cuantas palabras altisonantes y ya cree que su trabajo está hecho. ¡Les he
dicho de todo, les he puesto a caldo”, piensa. Y ya está. Llega el viernes y
echa a correr, saltando por los escaños, escaleras abajo, mientras se termina de computar las
votaciones de una ley. Pero es que el señor diputado no quiere perderse el
puente de mayo en París, que llega tarde a Barajas.
IU no vio venir el 15M ni ha visto venir a PODEMOS.
Ahora, a toda prisa, pasan de despreciarnos a ofrecerse a nosotros para
“recuperar Madrid para la izquierda” (véase IU Madrid pone rumbo a la CONVERGENCIA para ganar la región en las proximas elecciones).
Y, por supuesto, la derechona rancia y
reclacitrante del PP que nunca nos ha visto, porque nunca ha mirado más
abajo de los consejos de administración de la grandes empresas y porque nunca han apartado su mirada de los talonarios de las cuentas
bancarias en Suiza.
Pues bien, a todos estos que nunca nos han visto y
que ahora se sorprenden tanto, las recordaremos algo, para que no les pille de
sorpresa: ¡después de las elecciones europeas vienen las municipales y las generales! Es que hay que
decíroslo todo, queridos componentes de la “casta”.
Por cierto, en Morata de Tajuña también pueden ocurrir cosas asombrosas.
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